REMOVER EL TIEMPO CON EL CAFÉ
Perdonen ustedes por la ignorancia, pero… ¿Existe aun el Premio Nacional de Poesía? ¿Se ha otorgado ya este año? ¿Se puede hacer a título póstumo? Con la certeza de saber que la propuesta no llegará a oídos de la Señora Ministra de Cultura Doña Ángeles González-Sinde, que lo ha calificado como un intérprete "de una sensibilidad enorme", ni a nadie con el suficiente poder como para asumirla y consciente de los escozores que en algunos sectores pueda provocar: Antonio Vega Premio Nacional de Poesía.
Detrás de temas como “Una Décima de Segundo” o “Lucha de Gigantes” y su voz melancólica habitaba un poeta que se extinguió el pasado doce de mayo. Resulta cuando menos turbador el tratamiento dado al suceso en la mayoría de los medios de comunicación con formalismos del tipo: “desenlace esperado”. Haciendo más hincapié en sus peligrosas adicciones que en glosar las virtudes de alguien que fue un icono de la modernidad en los años de la movida y que escribió “La Chica de Ayer”. Probablemente la canción más influyente de la historia del pop español junto a “Mediterráneo” de Joan Manuel Serrat, dos auténticos himnos generacionales, uno de los 70 y otro de los 80. ¿Acaso no es esto suficiente mérito?
En negros vinilos sonaba “Un día cualquiera no sabes qué hora es/ te acuestas a mi lado sin saber por qué/ las calles mojadas te han visto crecer/ y tú en tu corazón estás llorando otra vez..." en las etílicas madrugadas de todos los lugares de moda de los años 80 noche tras noche. No deja de ser paradójico que mientras otros nombres u otros grupos, aparentemente, más importantes y representativos de esa época se han diluido dejando una huella casi imperceptible, a la vez que algunos se exhiben haciendo caja formando parte de televisivos jurados de programas musicales de dudoso gusto; la obra de Antonio se ha erguido como un faro que no ha dejado de iluminar e influir en los nuevos compositores. Incluso una serie de éxito de televisión “Life on Mars” (Vida en Marte) de la BBC utiliza el título de “La chica de ayer” para su versión española a pesar de desarrollar la acción unos años antes de la creación del exitoso tema.
Antonio Vega comenzó en 1978 con Nacha Pop, junto a su primo Nacho García Vega, Carlos Brooking y el batería Ñete. Luego comenzaría su andadura en solitario, etapa a la que pertenecen los versos
"Hoy, de navegar y descubrir/ el sabor a sal del mar, en la cresta de qué ola/ dejé mi silla de montar" de Anatomía de una ola", escrita en 1998. El Sitio de mi Recreo de 1992 uno de los más bellos poemas escritos por Antonio y con un inicio rozando lo sublime: “Donde nos llevó la imaginación, donde con los ojos cerrados, se divisan infinitos campos. Donde se creó la primera luz, junto a la semilla de cielo azul, volveré a ese lugar donde nací”, concluye: “hay fuego, hay deseo. Ahí donde me recreo".
Curiosamente la última actuación suspendida por el compositor madrileño era la anunciada para el pasado 30 de abril en el Teatro Apolo en el II Encuentro de Música de Autor de Almería.
El hecho de no haber publicado ningún libro puede ser un argumento de peso que esgriman puristas de estrechas miras pero es de necios ignorar la lírica de sus temas, de sus canciones, en definitiva de su poesía. No existe diferencia alguna entre publicar tu obra en rectángulos de papel impreso o en círculos de policarbonato, en un mundo donde las fronteras artísticas se antojan cada vez más difusas. Es más si atendemos a las últimas tendencias en las que el libro digital es ya un hecho y los libros hablados se prodigan lentamente. Es hora de ir derribando este tipo de muros y tomar como ejemplo el prestigioso galardón Premio Lucky Strike de Diseño, la distinción de diseño más importante de Europa, que en su edición de 2006 fue otorgado al afamado cocinero del Bulli Ferran Adriá.
Realmente no es el único compositor merecedor de tan singular premio, para futuras ediciones apunto los nombres de Sabino Méndez y su “Cadillac solitario” o al mismísimo Kilo Veneno y su singular obra.
Escribió Vega en “Una décima de segundo”: “Y es que no hay nada mejor que remover el tiempo con el café”; puestos a remover y promover, otro posible candidato como segunda propuesta, la poesía del Barça de Pep Guardiola.
De despedida “Lo que tú y yo sabemos", una letra optimista que refleja la vitalidad de la época de las giras y de los viajes del grupo: "Salir, tocar para verte sonreír, coger al vuelo el sentido de vivir. Y después, a la hora de volver, conservar el secreto de mi poder. Un viaje más, olvidar la luz de un bar, durmiendo mal y soñando con cantar...".
Antonio Jesús García.
Nuestro amigo y fotógrafo Jesús Pastor, nos brinda El escalador de los sueños. Y comenta: "Tuve el placer de conocer a Antonio, en el backstage de un concierto, unos meses antes de su muerte. Él despedía la calma y la sabiduría de un genio. Estés donde estés, gracias por tu música."